Mis amigos :)

Un pacto.


No hace falta decirte que te quiero mucho, que sos mi hermano, 
que doy mi vida por vos y eso es literal.
Saber que nadie te va a soltar la mano no tiene precio,
 ni hay que decirlo, es un pacto silencioso.
No hace falta que le diga lo que significa para mí,

 gracias por ser tan generoso.
El sabe todo lo que le debo y lo voy a extrañar siempre.
Prometer que vas a cambiar y lograrlo es cumplir un pacto.

Ser esperanza es fácil cuando a tu alrededor estás llena de amigos, 
de tíos, de personas que sin decirlo te juran amor eterno. 
Crecí con vos, me prometiste que siempre ibas a estar conmigo, 
y a pesar de las paradojas ese pacto sigue firme.
Estuviste ahí, conmigo, incluso cuando yo no era yo.

 Quiero hacer un pacto con vos, 
que por favor entre nosotras el rulo siempre vuelva.
Siempre supe que ibas a estar, jamás dudé de vos

 ¿Cómo hago para dejarte ir?
Estoy orgulloso de tu lucha, de tu pelea, 

nunca dudé de vos.
Yo crecí así, pactando con la vida y con la muerte.
Me juego por ellos porque confío en ellos, 

y confío porque ellos confían en mí. Ese es mi pacto.
El me dijo ‘nunca te voy a abandonar’.
Y nunca es nunca ¿no?
Los gitanos sellan sus pactos con sangre porque la sangre 

es eso que sos capaz de entregar por los tuyos.
Todos para uno y uno para todos, es de mi libro preferido,

 el de Los Tres Mosqueteros.
Nací en un pacto de silencio, crecí en la desconfianza

 y viví rompiendo promesas.
Hoy necesito nuevos pactos para vivir.
Mi pacto con vos está escrito en las estrellas, 

es más fuerte que la distancia 
y el tiempo, es un pacto que vence al destino.
Jamás le dije que cuando me siento triste tomo mate cocido

 y me calma. 
Ella jamás me dijo que lo sabía. 
Supongo que eso es un pacto.
Entenderse con la mirada, esa expresión siempre me pareció tan trillada, 

vacía. Ahora veo que es un pacto implícito, lleno de sentido.
Gracias.
De nada. Diciendo sin decir cumplimos nuestro pacto.
Te juro, te prometo, te doy mi palabra. Siempre estamos pactando 

¿Para qué lo haremos?
Yo pacté con mi hija, si la salvaba a ella me iba a perdonar. 

Pero no la salvé, no cumplí con mi pacto 
¿Cómo se hace para vivir con esa traición?
No dañar debería ser el mandamiento fundamental. 

No dañar y no defraudar a los que nos quieren.
La vida me quitó una y otra vez lo que más amé, me traicionó, 

rompió su pacto.
Yo le prometí que siempre iba a estar con él.
Un pacto se hace de a dos.
Juramos sernos fieles. 
Juramos estar siempre uno al lado del otro.
Siempre vas a contar conmigo. Es un pacto.
La vida te da y te quita. Eso también es un pacto.
Un pacto es un refugio. Cuando el pacto se rompe quedamos desprotegidos, 

a la intemperie. Romper un pacto, como una amistad, es algo imperdonable.
Hasta que la muerte nos separe.
Alguien cumplió con su parte del pacto.





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